Rabietas...
Imagen cedida por el periódico ABC |
Dos años y seis meses y ya es capaz de quitarse el vestido utilizando toda su fuerza, que no es poca.
Entre medias empujones, patadas, chillidos desgarradores e incluso alguna cachetada.
No dejo que su fuerza pueda conmigo.
¿Qué hacer en ese momento en el que vieras venir una ola tremendamente salvaje, tan salvaje que tus piernas quedan inmóviles y no te dejan ni siquiera correr para esconderte?
Yo lo tengo claro.
Me siento y comtemplo la ola. Quizás cuando llegue a la orilla se haya disipado. Entonces vendrá la calma.
No he hecho nada, tan sólo he observado.
Calma, mucha calma.
Finalmente la ola se acaba disipando y es cuando siento la necesidad de acercarme a ella.
Le soplo la cara, la abrazo y le susurro al oido: TODO PASARÁ.
Tengo claro que no puedo complacer a sus emociones cuando se muestran a modo de rabieta. Ella exige pero yo puedo más y debe comprenderlo. Se llama RESPETO, COMUNICACIÓN, LENGUAJE NO VERBAL...
Hay una web que a mi me gusta mucho pistear Ser padres , la conocéis?
Precisamente habla de cómo acabar con las rabietas, según ellos, en cuatro pasos.
Yo no los cuento pero deben andar por ahí.
En esta página describen bien el momento inoportuno y de cómo nos ponen a prueba.
Mi conclusión es que no hay mar cuyas olas estén constantemente enfurecidas.
Paciencia.
Todo pasa.
Lo que siembres hoy será tu cosecha de mañana, no cedas, no eres peor mamá leona por ver cómo tu hij@ llora sin hacer nada.
Os quiero.
Mamá leona ➽
Qué buena frase! no hay mar cuyas olas estén constantemente enfurecidas. Todo pasa... ya lo dijo el poeta 🦁
ResponderEliminarMuchas gracias! Esta vez no tuve que acercarme a leer lo que dijo el poeta, es una frase que salió del alma. Las aguas bravías no duran siempre, al igual que no son eternas las rabietas,
Eliminar